ORIENTACION VOCACIONAL: y ahora qué?
El momento de finalización del secundario suele atraer para los alumnos diversas situaciones y cuestionamientos.
Por un lado se llega al tan ansiado final con todo lo que ello implica y por otro se da un salto hacia otro principio, es en estos momentos donde aparecen las dudas sobre que estudiar, si seguir o no una carrera. Y en todos los casos suele ser un momento clave, donde surgen ansiedades tanto del lado de los que eligen como de todo su entorno. Es una etapa particular ya que quien debe supuestamente hacer “una elección para toda la vida”, como se suele decir, está también en un periodo evolutivo donde se juega la resolución de muchos aspectos de la personalidad.
En general el adolescente suele transitar por un espacio de tiempo donde reina la confusión o bien intenta despejar sus dudas recurriendo a distintas modalidades entre las que se encuentran las elecciones apresuradas con su consiguiente carga de frustración.
Una posibilidad de acompañar esta elección desde otro lugar seria iniciar un proceso de orientación vocacional. En este punto cabe diferenciar conceptos; hablamos de “proceso” en lugar del “test vocacional. Generalmente recibimos en el consultorio a padres o los mismos jóvenes diciendo que vienen a “hacerse el test vocacional”, y esta expresión entraña cierta idea relacionada con lo mágico del “test”.
La elección vocacional por el contrario implica un proceso que puede acompañarse por una consulta o no pero que requiere de un tiempo.
En ese espacio de tiempo el adolescente pasara por diversos momentos que se relacionan con la elección de una vocación o carrera.
Por tal motivo en el consultorio encaramos una labor junto con el consultante, a partir de la cual se exploraran sus intereses, aptitudes, sus fantasías sobre la universidad. Debemos trabajar también sobre otros aspectos relacionados con lo social o con el contexto en el que se encuentra ese adolescente que elige en particular.
Lic.Rosa Figueredo-Psicologa